testimonios + 2014 Marzo 19

CARTAS DE LA CALLE

“No me digas no, lo voy a intentar. No me digas no, soy un soñador…” estos son los versos con los que cada día los jóvenes que viven en la calle se despiertan y vienen al Mojoca para intentar cambiar su vida y la sociedad en la que viven. Versos salidos por sus labios que no necesitan de un intérprete y que demuestran las potencialidades y las capacidades no solo de sobrevivir en la calle sino que también de construir nuevos caminos en este mundo para las demás personas. En este caso el camino lleva directamente a la calle 13 donde ell@s pueden encontrar la “Casa de la Amistad”. En los últimos tiempos la casa se ha llenado de muchas actividades más las que ya habían. Ahora nuestras heroínas y nuestros héroes  pueden hacer gansos, agendas con papel, lámparas y objetos por la casa con material reciclado, pulseras típicas, pendientes, esculturas de papel, dibujos aerografados, pueden cantar rap y sacar un cd todo hecho por ell@s, hacer teatro y cuadros con papel de periódico. Quien piensa que poco puedan expresar su arte y sus capacidades esta’ bien confundido. Los mismos que acuden al movimiento y muchos más los encontramos en la calle cuando salimos a escuchar sus necesidades. Los del Central como los de la Super 24 muchas veces tienen problemas con la policía, los de la Bolivar y de la Terminal sufren todavía mucho el consumir solvente. Cada punto con su historia diferente de la de los demás. En cada punto vidas que se encuentran para salir del maltrato de la familia, de la violencia de la sociedad que l@s rodea, del abuso de la pareja o por simple curiosidad. Se necesita entonces trabajar muy cerca de ell@s para poder actuar de la mejor forma, observar lo que hay para encontrar la mejor solución. Y es así’ que nace el grupo de “Maternidad responsable” con las numerosas madres con hijos que viven en la calle, el curso de alfabetización en calle que permite de acercar esta juventud a la escuela de Mojoca, el tratar temáticas en base a sus exigencias y enfrentarlas con ell@s con el intento de que se comprometan cada día mas a cambiar poco a poco sus vidas. No siempre el trabajo del Mojoca, especialmente del equipo de calle, es fácil y sin obstáculos. Las numerosas emergencias y los repentinos cambios en la vida de los jóvenes nos tienen despiertos también en la noche y el esfuerzo mayor que se esta’ haciendo es para prevenir que las situaciones de emergencia sean la normalidad. Cada mes trabajamos con una población alrededor de 100 personas en calle y de 30 que estando en la calle acuden al movimiento. Claramente esta es solo una parte de tod@s l@s muchach@s que dan vida al Mojoca pero pensamos que sea una de las mas importantes. Son l@s que pasan frio y hambre, que consumen solvente, que vienen discriminados por la gente y pegados por la policía o marareros y no obstante esto son los que cada mañana, después de una noche sin dormir, se levantan y animan la casa del Mojoca y a  su personal. Algunos, como los de la Super 24, llegan desde lejos cada mañana, con sus hij@s agarran una camioneta que les trae al movimiento y encienden su ánimo y su talento. Además el equipo de calle da seguimiento a los casos de maltrato por parte de ciudadanos o policias hacia nuestr@s herman@s actuando como defensor de los derechos de la niñez y de la juventud de calle como ha pasado hace meno de un mes cuando se logro’ hacer justicia para un compañero que fue matado simplemente porque estaba pidiendo dinero en la calle. Conocer los derechos de cada persona es uno de los primeros objetivos que el Mojoca intenta lograr con la población de calle y por el momento l@s muchach@s han empezado a valorarlos y a valorarse. Como su nacimiento también la renovación  de  Mojoca empieza en la calle y desde la calle será posible  crear un nuevo modelo de sociedad capaz de fundarse sobre una base solidaria y en que la “amistad liberadora” sea capaz de tener el sitio más alto en los valores para toda la humanidad.

El Equipo de Calle - Mojoca