testimonios + 2004, Enero - El sueño de Glenda
Su risa se escapaba entre los dientes.
Cuando le conocí me dijo de donde era.
-De barcelona, del mundo...-le dije yo.
-Claro!! del mundo tambien soy yo.
-Bueno...ya tenemos algo en común.
Así empezo todo.
Yo la llegaba a visitar cada semana a ella y a sus
compañeros y compañeras.
Charlabamos de como estaban ellos y ellas y de como
estaba yo.
Siempre acompañados de un fuerte olor a solvente.
Eran momentos muy especiales. al principio, cuando
visitaba su casa, era la sensación de salir de un
mundo para entrar a otro. Pero pronto descubres los
nombres, las risas y descubres tambien el miedo, el
hambre o los sueños.
Ella me regalaba abrazos que todavia guardo. Igual
guardo su risa y sus sueños.
Sus abrazos ella me los regalo, por eso los guardo.
Su sueño se rompió al morir ella. Caput, finito, se
acabó, punto y final. Ella ya no puede seguir soñando.
Glenda se fue a formar parte de de la larga lista de
muertos en la calles de ciudad de Guatemala. Alli en
la calle se recoge el sueño roto de tantos. Os regaló
ese sueño, os lo grito, os lo lanzo, rabioso, para que
siga vivo.
Porque yo sigo siendo un chico de barcelona, un
espectador del teatro del mundo.
Veo como las empresas de mi pais se cagan en america
latina, veo como los ejercitos bañan en sangre y en
miedo a los pueblos del mundo.
Veo como la libertad de mi mundo te esposa a una
hipoteca y la mayor parte de tu sueldo alimenta al
miedo, ala sangre y a la mierda que cagan sobre
latino america y sobre tu cabeza.
Ya no se puede hacer nada por Glenda. Pero por su
sueño si.
MUEVETE, RABIA, GRITA, CAMBIA,...
¡¡ SUEÑA!!
Pero NO te quedes indiferente, creyendote eso que
dicen que esto ha sido siempre asi y que nada se puede
cambiar. A lo largo de la historia no ha hecho otra
cosa que cambiar.
Tenemos que combertirnos en sujetos del futuro que
combiertan los incomvenientes en posibilidades y los
sueños se construyan con esperanza.
El sueño de Glenda tenia 17 años.
José