actividad de los órganos sociales + red italiana + 2005 octubre 15

relación entroductiva a la asamblea de Amistrada

A PESAR DE LOS HURACANES NEOLIBERALES, EL MOVIMIENTO ESTÁ DESPEGANDO

LA DEVASTACIÓN NEOLIBERAL

La muerte de un pato en Suecia es noticia, no los centenares o miles de muertes provocadas por el huracán Stan en Guatemala, la destrucción de un tercio del territorio, el millón de personas, la décima parte de la población, que ha perdido la casa y los medios para sobrevivir. Y dentro de poco, una catástrofe no menos terrible se abatirá sobre este país de América Central, la aplicación del Tratado de Libre Comercio con la avalancha de productos estadounidenses, la privatización de los servicios públicos, de la escuela y de la salud. No era noticia en los años 80, el genocidio, perpetrado por el ejército, adiestrado y aconsejado por el gobierno de los Estados Unidos con la masacre de centenares de miles de indígenas y de campesinos pobres.

Las consecuencias del huracán y del Tratado de Libre Comercio, manifestaciones del proyecto de muerte planetaria de la globalización neoliberal, son fácilmente previsibles porque no harán otra cosa que agravar las consecuencias del genocidio: aumento de la miseria y del hambre, sobre todo en los campos, inmigración hacia las ciudades, sobre todo la capital y hacia los Estados Unidos, incremento de la violencia, de los saqueos, asesinatos y secuestros, del narcotráfico. En este contexto, crecerá aún más la protesta de los jóvenes de los barrios pobres que se organizarán en bandas y la represión, la guerra contra los jóvenes. Las condiciones de violencia y de miseria en que se encuentra Guatemala, multiplicadas por las devastaciones del huracán, favorecen sin duda el aumento de las chicas y chicos de la calle.

EN LA NOCHE NEOLIBERAL RESPLANDECE EL MOVIMIENTO

Las chicas y los chicos del movimiento han sido partícipes de las solidaridad con las víctimas del huracán y el movimiento experimenta ahora un momento de transformación positiva. En estos últimos nueve meses, de enero hasta hoy, me parece que el movimiento ha progresado mucho más que en los cinco seis años anteriores.

En poco tiempo, la situación se ha invertido, gracias también a la rebelión de las mujeres. El coordinador ha presentado la dimisión y, a la par, hemos decidido no buscar un sustituto fuera, sino reforzar la colegialidad y darle más responsabilidades a Patty García, hoy coordinadora técnica del movimiento. Hasta ahora, la concesión de responsabilidad a personas que no se habían formado en el movimiento había desilusionado profundamente. Del mismo modo cuando el responsable de la escuela ha presentado la dimisión hemos nombrado en su puesto a Carlos García, llamado Pochis, que junto con Glenda, actual presidente del movimiento, y ana María han mejorado notablemente la instrucción en la calle y en casa aumentado el número de participantes. El grupo de trabajadores de hoy, adultos y jóvenes, es el mejor que hemos tenido hasta ahora, a pesar de que su cohesión y formación todavía se pueden incrementar.

Hoy el movimiento es la organización de los jóvenes de la calle de la capital. Se presenta como una organización muy compleja que responde a las numerosas necesidades de las chicas y los chicos de la calle. Está anclado en el territorio, reconocido como organización principal de la calle y trabaja en red con muchas asociaciones en el campo de la salud, de la lucha contra el SIDA, en la defensa de los derechos de los jóvenes y de los niños.

HACIA LA COMPLETA AUTOGESTIÓN

Se han dado pasos importantes hacia la autogestión: la coordinación de los jóvenes esta más fuerte y se reconoce una mayor importancia a las asamblea de las chicas y los chicos, convocada mensualmente.

Nunca había visto tantos niños, chicas y chicos, en la casa del movimiento como el sábado del pasado septiembre. Éramos más de 150 participando en la asamblea general de los jóvenes del movimiento que tenía que elegir a tres de sus representantes en el comité de gestión: una chica en el lugar de Jennifer de vuelta a la calle y dos chicos, Oscar ha terminado su mandato de dos años y Pochis se ha convertido en el acompañante responsable de la escuela. Eran seis los que se presentaban: dos quetzalitas, Evelyn y Lubi e Inés que forma parte del grupo de la Bolivar y tres chicos, Oscar que se representaba, Raúl, un garifona (descendiente de esclavos africanos deportados por los ingleses) de Puerto Barrios y Leonel, salido hace poco de la calle con su compañera Diana, embarazada de cinco meses. Las candidatas y los candidatos se han presentado a los electores y han hablado a la asamblea: Inés, que todavía vive en la calle, hizo el discurso mejor estructurado y emocionante. Después se han abierto dos puestos para las votaciones secretas. Mirna había preparado dos papeletas con las fotos de las candidatas y los candidatos. Las votaciones se han desarrollado con buen humor y orden. La apertura de las papeletas se ha realizado en público: Raúl ha obtenido el 95% de los votos seguido de cerca por Oscar. Para las chicas el escrutinio ha sido más discutido y Lubi ha sido elegida con el 51% de los votos, seguida por Inés. Los nuevos elegidos han dado las gracias a sus electores y después se han reunido con los tres que habían sido elegidos el año pasado, Glenda, Ana María y Mauricio (Lorena se ha tomado 15 días de reflexión para decidir si permanecer o no en el grupo de los coordinadores) para designar la o el presidente y vicepresidente. Han elegido a Glenda (la chica de la portada del libro “Princesas y Soñadores”), elección que ha sido ratificada por unanimidad en la asamblea.

Las chicas y los chicos han dado prueba de madurez eligiendo a las personas que ofrecían las mayores garantías de compromiso, estabilidad y responsabilidad. Un paso importante hacia una mayor autogestión del movimiento se ha realizado con la decisión de celebrar cada mes una asamblea general que deberá aprobar o no las propuestas del comité de gestión y donde cada uno tendrá la posibilidad de proponer iniciativas y de expresar críticas.

Todavía no hemos llegado a una verdadera organización en la calle. Hemos comenzado una revisión profunda de nuestra forma de trabajar. Hemos finalizado la recogida de entrevistas – más de 150 – con las chicas y los chicos de la calle, los que han salido, los educadores, maestros y voluntarios. El tema de la búsqueda participativa era el movimiento, sus virtudes y sus defectos. La ayuda de Nora, de las dos Clara y también de Laura, Valentina y Rafaela ha sido igualmente valiosa. Nos queda la elaboración de los datos, trabajo que ya han comenzado Nora y Clara Ferroni. Pero también los jóvenes de la coordinación y también las chicas de la calle, de forma particular Inés y Glenda han trabajado con ahínco en esta importante encuesta, la primera realizada con la participación de las chicas y los chicos de la calle.

También hemos comenzado un seminario sobre nuestro método de trabajo, un examen critico que nos permitirá junto con la investigación mejorar nuestra acción, reforzar los aspectos positivos e intentar disminuir los negativos.

LA REINSERCIÓN SOCIAL

La validez del trabajo del movimiento se manifiesta en el número creciente de chicas y chicos que salen de la calle y son ayudados a integrarse en la sociedad. La subvención del “Comité Lecchese para la Paz y la Cooperación entre los Pueblos” nos ha permitido facilitar la reinserción no sólo de individuos, sino también de parejas con niños.

Mejora mucho el trabajo de las Quetzalitas y el apoyo a sus hijas e hijos. El domingo 21 de agosto he tenido la alegría de participar en la fiesta de los niños de la calle y de las hijas y los hijos de las Quetzalitas: 70 niños y sus madres se han divertido con los juegos preparados por Chiara de Roma, Chiara de Lucca y Magali de Bélgica, con el espectáculo de un payaso, una piñata y deliciosos dulces de nata y fresas preparados por las pasteleras y pasteleros del movimiento. Hemos tenido la alegría de acoger a Elena y a Emilio del grupo de solidaridad de Potenza que asegura la adopción a distancia de 50 niños y de Cristina, Francesca y Michele del grupo de Mani Tese de Florencia que subvenciona la escuela y las bolsas de estudio. Gracias al trabajo de Glenda, Ana María, Karina, nuestra psicóloga y de Chiara la formación de las quetzalitas y el apoyo a los niños pequeños han mejorado netamente. Dos niñeras se ocupan de los más pequeños. Estamos particularmente atentos a la prevención de los malos tratos y a la intervención en caso de necesidad.

La producción y la formación profesional están progresando y esperamos que en un futuro podrán cubrir una parte de los gastos del movimiento. Cinco chicas trabajan a tiempo completo en el taller de costura, dos chicos en el de carpintería.

Hay que subrayar también la asistencia sanitaria, particularmente en el campo del sida y de la maternidad. El movimiento organiza en casa y en la calle jornadas de prevención del SIDA (llamado SIDA en español y en francés, como debería ser también en italiano donde extrañamente se prefiere el nombre americano). Aproximadamente 80 jóvenes han participado en los cuatro seminarios dinámicos sobre el tema y muchos han aceptado hacerse análisis de sangre para saber si eran seropositivos o negativos. La población de la calles es de alto riesgo y le damos la máxima importancia a la salud. Hemos firmado un acuerdo para el cuidado de las personas seropositivas. El apoyo de la Tavola Valdese nos ha permitido progresar mucho en el cuidado de la salud.

UNA META IMPORTANTE: EL ALBERGUE PARA LAS CHICAS DE LA CALLE

El 4 de octubre, justo después de comer, hemos salido corriendo a la calle, Mayra, Inés, Rita, Mirka, Kenia, Jennifer, Kristina, Claribel, Lubi, Laura, la formadora italiana, y yo. Teníamos prisa no solo porque llovía, sino también porque las chicas de este grupo de formación tenían que ir a trabajar, o sea a pedir limosna, para poderse pagar una habitación en alguna pensión miserable. De hecho hace mucho frío aquí en estos días de tormenta, sobre todo por las noches, y las chicas cuidan especialmente de Rita, que está embarazada y tendría que parir el próximo mes.

La finalidad de esta expedición era visitar una casa situada a 15 cuadras o sea manzanas, de nuestra casa (así se indican aquí las distancias, en el centro de la ciudad en teoría una cuadra tendría que medir 100 metros). Hemos llamado al portal de entrada y Naty sonriente nos ha abierto la puerta. Las chicas han entrado, se han situado alrededor del gran espacio de la entrada y han exclamado: ¡Qué bonita!. Ya habían adoptado la casa que a partir del uno de febrero del próximo año iba a convertirse en el albergue de las chicas del movimiento y de sus niños.

Había perdido la esperanza de encontrar una casa antes de mi partida y de repente el 3 de octubre se han cerrado largas negociaciones que creía que no habrían producido nada. Sin embargo ahora tenemos una casa, y una casa muy bonita, que cuenta con 8 habitaciones, (dos en el primer piso con baño) 4 duchas, la cocina, un comedor grande, un gran salón a la entrada y un garaje. También la entrada es muy espaciosa y podría servir como sala de reunión. La casa es de estilo colonial, con dos patios, el primero grande con flores, hierba y plantas, y el segundo donde se encuentra el lavadero para la ropa. La casa es más nueva que la que ya tenemos, mucho más sólida, con terrazas y con el tejado de chapa.

Ahora se tratará sólo de amueblar la casa, eso será la labor de nuestros carpinteros, y sobre todo de elaborar un buen proyecto con la participación de las chicas del grupo de formación.

Es una pena que el albergue todavía no funcione porque ha llegado el momento de los nacimientos. Marleni, la hija de Lety dará a luz un día de estos. Mirna la ha acogido en su casa, más cercana al hospital. En Guatemala se aceptan las parturientas en la sección de Ginecología en el último minuto y las mujeres son dadas de alta al día siguiente. Después será el turno de Rita que todavía vive en la calle pero sus amigas, Mirka y Kenia cuidan de ella, la apoyan en su decisión de no inhalar disolvente, la hacen dormir en una pensión. Para ella era necesario el albergue de inmediato, espero que podamos alquilar para ella y para Kenia una habitación hasta cuando podamos abrir el albergue. Después en diciembre será el turno de Diana. Diana es una chica de 18 años que sabe lo que quiere: tener su propia casa en la que vivir con su marido y su hijo, seguir con sus estudios y convertirse en médico. Creo que será capaz de lograr este objetivo. Por ahora trabaja en el laboratorio de costura que funciona a tiempo completo durante la temporada turística (hemos tomado acuerdos con una cooperativa que, si todo va bien, nos permitirá la comercialización de estos productos en Italia). También está Lupe, también ella del laboratorio de costura que está esperando su tercer hijo. El grupo de las Quetzalitas no deja de crecer.

¿UNA RED DE SOLIDARIDAD EN ESPAÑA?

Hemos tenido durante el mes la visita de un grupo de 15 españoles de Córdoba y alrededores liderado por el padre Natxo, una sacerdote vasco. Eran jóvenes profesionales, cinco médicos, cuatro abogados, dos psicólogos, educadores, que trabajan con personas marginadas y querían conocer cómo el movimiento aplica la pedagogía de la amistad liberadora. Nos han prometido no sólo un apoyo finaciero sino también la creación de una red de amistad en España, la colaboración en nuestro sitio y un trabajo de por lo menos tres meses al año con el movimiento.

Prosigue también la tradición del compromiso de los italianos y los belgas. A mediados de septiembre ha llegado Laura DAccordi, que se ha integrado inmediatamente en el grupo de las chicas y que se quedará con nosotros al menos durante seis meses. También está Pina Natale, del grupo Servas de Roma que tendrá una experiencia de un mes con el movimiento. Después han llegado dos jóvenes belgas de 25 años, Amaury y Sebastien, que han ido a la escuela de circo de Bruselas y trabajarán durante ocho meses con el movimiento.

Guatemala está anegada por el huracán, por la lluvia, por el frío, por el hambre y por la injusticia, pero aquí y allá en las tinieblas hay una luz de esperanza y de amistad. El Mojoca es una de estas luces que brilla en la noche. Es también nuestro cometido actuar de forma que no se apague.

Gerardo